Cuanto más lejos, menos vuelves.

Y no pasa nada. En esta residencia viven personas de todas partes del país, aunque buena parte son o de Madrid o de Castilla la Mancha. La mayoría vuelven a casa los fines de semana cuando no hay demasiado que estudiar, y en todos los puentes, casi sin excepción.

Y luego está la otra mitad de los residentes, desde Galicia y Asturias hasta Canarias, en el imperio de los Guzmán no se pone el sol (abarcamos por lo menos dos zonas horarias).

Cuando vives lejos no es fácil ni barato volver a casa. Ves a tus compañeros irse, y si la morriña asoma, aparece con ella en la envidia y las ganas de volver de vez en cuando. Pero claro, cuando el viaje que tienes que hacer dura más que el fin de semana en sí, la idea de pasarte por casa se evapora rápidamente.

Ahí está otra de las ventajas de la residencia, no cierra salvo en las vacaciones largas (Navidad, Semana Santa y verano) y además se mantienen los servicios de cocina y conserjería incluso en festivos. Y no te preocupes, por muy vacía que parezca que se va a quedar la residencia, siempre nos quedaremos los canarios, gallegos, asturianos,… y algo se nos ocurrirá para no aburrirnos ;)

Carolina Araujo Sabell (206)